miércoles, 17 de agosto de 2011

Sabor a menta

Y así fue como paso, me deje engañar por su sonrisa, por la manera en que me habló, porque en los pequeños detalles iba escondida una gota de un perfume que me atolondró. No podemos decir que era el mejor tipo que había conocido, pero era uno que estaba dispuesto a compartirme su alegría y su pena, en sus ojos lo podía ver; qué importaba que con el tiempo me diera cuenta que lo nuestro no funcionaría, si cuando estaba en sus brazos el mundo no dejaba de dar vueltas.

Ahora no solo no puedo dejar de pensar en él, sino que me quito el sueño, se llevo varias ilusiones, se las robó cual vil bandolero, me dejó con su aliento fresco en la boca, solo de esa forma lo podrí reconocer, tendría que ir besando hombre por hombre hasta encontrarlo. No te extraño pero creo que te necesito. sabes, no te necesito pero te deseo lo mejor, porque a mi me esta llendo de maravilla.


Esto fue escrito en menos de cinco minutos para una clase de ahora. Ya se que tal vez me estoy convirtiendo en un bloguero poeta pero no creo que le haga daño a nadie. Me suena como si fuera parte de una tragicomedia-chusca-amorosa.

martes, 7 de junio de 2011

Por andar comiendo chocolate a principios de mayo

Hoy sufrí las consecuencias de la soledad y el chocolate; ahora que pensándolo bien no solo fue soledad lo que me invadió, fue una mezcla de cansancio, tristeza, frustración y soledad. Ella no es una nueva compañera pues, aun cuando estaba con el, se manifestaba por largos periodos de tiempo. Iba y venia mientras el se ausentaba y se escondía en su trabajo.
El chocolate y sus atributos míticos para el alma tomaron control de mi ser; comencé a sentir melancolía mientras mi lengua sentía como se derretía. No fue azúcar, ni el hecho que trajera el estomago vacío; el sabor del chocolate me conforto y me golpeo al mismo tiempo, penetro hasta el fondo de mi alma, me hizo sentir un calor que solo sentí con el, el calor de un abrazo, el calor que proporciona solo un “te quiero mucho”.
MALDITO CHOCOLATE! Te amo y te desprecio porque me lo recuerdas; por qué haces que aflore? A caso sirves para depurar las penas del corazón? O eres un místico disolvente que despinta o despega heridas?

martes, 5 de abril de 2011

Esta bien pues… ya no me voy a quejar! Pero si te queda el saco no te lo pongas.

Como resistirse a los dulces placeres de quejarse. Tan delicioso que es el sentimiento que te recorre el cuerpo cuando estas sacando tu frustración echándole la culpa a otra persona que no tiene nada que ver con los problemas que lo afligen a uno. O que tal cuando solo estas contándole a tus mejores amigos tus problemas y ya los tienes artos porque saben que el día que te vean va a ser nomás para escucharte quejarte una y otra vez de los infortunios que nos aquejan; o me equivoco? Acaso soy el único que disfruta hacienda esto? Digo no hay que abusar. Hay personas que TODO EL SANTO DIA están quejándose; y deja tu que se quejaran de lo que los aflige: Se quejan del clima, su mala suerte, sus supersticiones, se quejan de la vida en general y todos sus complementos; pero eso sí, ellos quedando como las victimas, las pobres personas que quieren sacar su vida adelante, cumpliendo sus sueños, enamorándose, ser la persona más querida por sus amigos así como en alguna comedia-romántica-chusca donde todo lo malo le pasa al personaje principal pero por azares del destino acaba victorioso al final.

Esta reflexión no va a nadie en especial, así que si les quedó el saco NO SE LO PONGAN, déjenlo allí reposando en el perchero; aun cuando parezca que esta hecho a tu medida por la mejor marca del universo PORFAVOR NO TE LO PONGAS.

Esta reflexión es porque a veces siento que todo viene en contra mía y yo lucho y lucho y lucho y nada que veo avance. Pero me reconforta un poco pensar en que: quejarme no es la solución; que hay algo que no estoy viendo o estoy dejando pasar ante mis ojos y por necio o por aferrarme a algún sueño guajiro no me deja ver la realidad tal y como es. También practico eso de ponerme en los zapatos de los demás y no juzgar por la primera impresión que me puedan dar las personas, aunque eso es harina de otro costal.

Ejemplo. Te deja el novio y tu quedas destrozada y con el corazón partido en cachitos microscópicos que un viento de Santana se llevo en todas direcciones, exactamente después de esto llega la soledad con su inyección de menta fresca para el corazón y que te queda mas que QUEJARSE. Hay que me dejo este cabrón… hay que si yo lo amaba tanto… hay que si QUE VO HA SER SIN EL? BUHUUUU BITCH! Quejarse se mira tan mal. Porque quedas así como pobrecita, pobrecita, pobrecita de mi. Y la gente podría pensar: AHORA VEO PORQUE TE DEJARON ~_~ (cualquier parecido a la realidad es pura coincidencia!)